lunes, 29 de abril de 2013

Lo que buscas, dónde buscas y qué encuentras.

Quieras o no, a veces es difícil encontrar a alguien que no sea solo para relaciones de una noche o que se limite solo a la cama. 
Con una amiga estuve hablando hace poco, sobre algo que da mucho tema, y no es la primera (y me temo que tampoco la última) vez que hablo de ello. 

Y la cosa es, ¿qué buscas? Hablo de qué buscas en un chico o el tipo de chico que te gusta.
He escuchado varias respuestas... "alguien que esté tan jodidamente loco como yo", "alguien con el que pueda hacer locuras", "alguien que me aprecie"... y la lista es larga. 
Nunca me había parado a pensar qué buscaba yo, y el por que simplemente voy conociendo a tios, de todos los sitios y de todos los estilos, y ninguno de ellos me ha "marcado" como me pasó anteriormente hace mucho. 
La respuesta es fácil. Por que todos ellos, a pesar de que están interesados en mi, muestran un interés banal y superficial. Solo ven y se limitan a conocer lo que muestro y con eso les basta. 
No les interesa llegar y tocar fondo. No les interesa más de lo que ven, por que con ello es suficiente... No hablo de un aspecto físico. Hablo de que quiero a alguien que quiera llegar hasta lo mas hondo de mi, de llegar al punto en que me lea el rostro y conectar conmigo. Alguien que toque mi interior y me haga estremecer, que me conmueva, me irrite, me haga reír... 
No quiero la superficialidad que da una relación cualquiera... no la quiero, no la necesito, por que el mundo y las personas están tan vacías y se encuentran tan engañadas... no me interesa formar parte de ese colectivo.
Quiero algo intenso, algo que me vuelva loca por las noches y alegre mis días. Una conexión única, que no tenga con los demás.

A veces pienso que no busco bien o no lo suficiente y siempre me dicen que eso no se busca si no que llega. 
Ya, pero a todo el mundo le llega menos a mi.
Tal vez sea hora de dejar de buscar y toparme con chicos que piensan con el segundo cerebro.

Y simplemente no toparme con nadie y no conocer a nadie.  


sábado, 20 de abril de 2013

No te ilusiones tan deprisa corazón, de una sonrisa tan sincera.

Esperando el momento que la carta me predijo diciendo que aparecería ante mi una persona que movería mi interior y sería algo correspondido, pero al parecer confundí tanto el momento como la persona. 
Pues al parecer es demasiado pronto y la persona equivocada. 
Me he ilusionado demasiado deprisa, pero tampoco me importa demasiado, por que tampoco tengo la idea de que vaya a llegar, o quiero pensar eso. 
Las cartas son mujeres mentirosas que juegan con la ilusión de las esperanzas de las jóvenes soñadoras como yo. Digo no esperar un amor, digo no esperar a nadie ni nada. Cuando en realidad espero volver a enamorarme y tenerlo todo. 
Hipocresía sentimentalista. Autoconvencimiento de que soy mucho más fuerte que todo eso, de que quiero mucho más que amor o de que ni siquiera lo necesito. Dar una visión de mujer fría, femme fatale, independiente...
Pero ¿hasta cuando voy a poder aguantar esta máscara que ya me pesa?

No me engañaré más... espero a esa persona que un día aquella carta que contó que llegaría. No se como, no se cuando. Pero la espero. De momento no se que hacer. No se quién será.
Pero llevo tantas desilusiones que tal vez debería dejar de ilusionarme tan rápido y simplemente dejar de pensar en que debe venir, pero en el fondo, hay un pequeño saquito de esperanza que grita algo así: llegará, llegará!!!. Así que es una constante contradicción en mi interior.

Pero el día que llegue, pienso besarle con ese beso tan especial que guardo para él, y con una sonrisa salida del alma, susurrarle: te estaba esperando, canalla.