viernes, 17 de mayo de 2013

Pensando bajo la lluvia

Sinceramente después de todo no creo que llegue, así que finalmente dejaré de buscar lo que tanto esperaba que me llegaría estando aquí en Italia.
Me siento un poco tonta después de todo, pero supongo que todas buscamos un principe al que buscar y centramos nuestro empeño en ello y nos cegamos estúpidamente en ello.
Sinceramente hay mil cosas de las que debo disfrutar y me da la sensación de que nunca disfruto suficiente. ¿O es que siempre nos quedamos con esa sensación de haber querido o haber podido dar más?

Cae tanta lluvia que me da la impresión que incluso me está mojando. Huele tan fuerte la humedad, tan fresco el aire limpio por la lluvia que creo que se ha llevado todos esos pensamientos inquietantes.


Siempre me gustó la lluvia y su olor. 


lunes, 29 de abril de 2013

Lo que buscas, dónde buscas y qué encuentras.

Quieras o no, a veces es difícil encontrar a alguien que no sea solo para relaciones de una noche o que se limite solo a la cama. 
Con una amiga estuve hablando hace poco, sobre algo que da mucho tema, y no es la primera (y me temo que tampoco la última) vez que hablo de ello. 

Y la cosa es, ¿qué buscas? Hablo de qué buscas en un chico o el tipo de chico que te gusta.
He escuchado varias respuestas... "alguien que esté tan jodidamente loco como yo", "alguien con el que pueda hacer locuras", "alguien que me aprecie"... y la lista es larga. 
Nunca me había parado a pensar qué buscaba yo, y el por que simplemente voy conociendo a tios, de todos los sitios y de todos los estilos, y ninguno de ellos me ha "marcado" como me pasó anteriormente hace mucho. 
La respuesta es fácil. Por que todos ellos, a pesar de que están interesados en mi, muestran un interés banal y superficial. Solo ven y se limitan a conocer lo que muestro y con eso les basta. 
No les interesa llegar y tocar fondo. No les interesa más de lo que ven, por que con ello es suficiente... No hablo de un aspecto físico. Hablo de que quiero a alguien que quiera llegar hasta lo mas hondo de mi, de llegar al punto en que me lea el rostro y conectar conmigo. Alguien que toque mi interior y me haga estremecer, que me conmueva, me irrite, me haga reír... 
No quiero la superficialidad que da una relación cualquiera... no la quiero, no la necesito, por que el mundo y las personas están tan vacías y se encuentran tan engañadas... no me interesa formar parte de ese colectivo.
Quiero algo intenso, algo que me vuelva loca por las noches y alegre mis días. Una conexión única, que no tenga con los demás.

A veces pienso que no busco bien o no lo suficiente y siempre me dicen que eso no se busca si no que llega. 
Ya, pero a todo el mundo le llega menos a mi.
Tal vez sea hora de dejar de buscar y toparme con chicos que piensan con el segundo cerebro.

Y simplemente no toparme con nadie y no conocer a nadie.  


sábado, 20 de abril de 2013

No te ilusiones tan deprisa corazón, de una sonrisa tan sincera.

Esperando el momento que la carta me predijo diciendo que aparecería ante mi una persona que movería mi interior y sería algo correspondido, pero al parecer confundí tanto el momento como la persona. 
Pues al parecer es demasiado pronto y la persona equivocada. 
Me he ilusionado demasiado deprisa, pero tampoco me importa demasiado, por que tampoco tengo la idea de que vaya a llegar, o quiero pensar eso. 
Las cartas son mujeres mentirosas que juegan con la ilusión de las esperanzas de las jóvenes soñadoras como yo. Digo no esperar un amor, digo no esperar a nadie ni nada. Cuando en realidad espero volver a enamorarme y tenerlo todo. 
Hipocresía sentimentalista. Autoconvencimiento de que soy mucho más fuerte que todo eso, de que quiero mucho más que amor o de que ni siquiera lo necesito. Dar una visión de mujer fría, femme fatale, independiente...
Pero ¿hasta cuando voy a poder aguantar esta máscara que ya me pesa?

No me engañaré más... espero a esa persona que un día aquella carta que contó que llegaría. No se como, no se cuando. Pero la espero. De momento no se que hacer. No se quién será.
Pero llevo tantas desilusiones que tal vez debería dejar de ilusionarme tan rápido y simplemente dejar de pensar en que debe venir, pero en el fondo, hay un pequeño saquito de esperanza que grita algo así: llegará, llegará!!!. Así que es una constante contradicción en mi interior.

Pero el día que llegue, pienso besarle con ese beso tan especial que guardo para él, y con una sonrisa salida del alma, susurrarle: te estaba esperando, canalla. 


lunes, 18 de marzo de 2013

No entiendo los silencios del pasado.

Me he encontrado en la misma situación incómoda en diversas situaciones. Una persona de nacionalidad alemana y un tema o un lugar relacionado con los judíos o con el holocausto. Silencio incómodo. Cambio de tema. Preguntas el por qué. Simplemente no contestan. Desvían la mirada y vuelven a cambiar de tema. 

Y hablo de personas jóvenes. Alrededor de mi edad comprendida entre los 20-26 años. Al parecer actualmente e incluso para los jóvenes es un tema que les avergüenza y les incomoda bastante o simplemente quieren olvidar. Ayer mismo, de viaje por Venecia, propuse pasar por el ghetto judío más que nada por que forma parte de la historia de la ciudad, por que Venecia no es todo canales, ni renacimiento ni belleza, sería como la parte oscura de la Luna. Y en el grupo, había un chico alemán, por lo que pregunté si le incomodaría ir. No se si fue por educación o por compromiso, pero dijo que no, así que al final fuimos. 
Realmente al estar allí se limitó a mirar y callar y tampoco puso pegas cuando propusieron entrar al museo hebraico y a la sinagoga (que no entramos por ser muy caro). Sin embargo cuando se intentaba hablar del tema con él, desviaba las preguntas o cambiaba de tema y enseguida quiso irse por lo que enseguida pudimos ver que no se sentía demasiado cómodo en aquel lugar... 
Me supo realmente mal si se incomodó, tampoco era mi intención, pues si se iba a incomodar, podría haber ido yo sola, tan solo era un pequeño barrio al lado de la estación, no tenía perdida... Pero me di cuenta de algo, de que esta situación no es la primera y seguramente tampoco la última que tendría. 

Al parecer los alemanes se avergüenzan tantísimo de este tema que simplemente ni lo comentan, simplemente desvían el tema o evitan hablarlo. Es de entender, es un tema delicado y de moralidad que pende de un hilo a la cual mucha gente se vio afectada y es una herida que hoy día aun está abierta. Y realmente se debe ir con cuidado con quien se debe o con quien no se debe hablar sobre todo si eres aleman por que te pueden tachar de nazi y esas cosas, sobre todo si te encuentras a cualquier palurdo. Sin embargo, no solo desvían el tema, sino que a veces es como si intentaran olvidarlo, y eso si que no me parece bien. 

Bien es cierto, que por ejemplo este chico, no debería sentirse ni culpable ni avergonzado por lo que una panda de inhumanos hicieron hace años, una salvajada, por que él no es responsable de los actos ni las consecuencias de ese pasado. No tiene la culpa de lo que pasó, ni de sus consecuencias y no tiene ni por que dar una explicación ni por que justificar nada ante nadie por que él no apretó ningún gatillo frente a ningún judío. Sin embargo encuentro que debería de preservar la memoria de ese pasado, de esa historia para que no se olvide, por que el pasado y la historia nos enseña a no cometer los mismos errores. 
El mismo caso se puede aplicar a España o Italia donde el fascismo también tuvo sus castillos (de menor tamaño y consecuencia, pero los tuvo), sin embargo ni defiendo, ni me avergüenzo de ese pasado, solo lo recuerdo para no volver a caer en él.

Sin embargo, a pesar de que intento entender como se sienten, no se cómo reaccionar ante tal situación. 

domingo, 10 de marzo de 2013

Las dudas persisten

Supongo que ante una situación difícil siempre se recae. 

Al estar lejos de la familia y los amigos, mis principales apoyos y los que aguantan mis tonterías me siento más indefensa de lo habitual ante situaciones que normalmente podría manejar con facilidad. Normalmente me pondría con los brazos extendidos, sin chaleco antibalas, con el corazón en un puño y la adrenalina corriendo por mi cuerpo, y gritando que me lanzaran todo lo que quisiera, por que al fin y al cabo, sabía que con aquel acto, tras de mi, estaban mis seres queridos, aguantándome y mi cuerpo pararía la trayectoria de cualquier cosa que me lanzaran. 

Pero... ¿y ahora? Están a tanta distancia que sus brazos no alcanzan a mantenerme en pie y ahora es mi propia fortaleza, mis músculos que deben aguantar el peso de mis decisiones y de los golpes que reciba. 
Y es ese el miedo, de si realmente tengo tanta fortaleza como para poder hacerlo. 
El acto de recibir todas las balas y encajarlas, ¿tendrá el mismo final o me desplomaré?
Realmente me siento indefensa. 

Lo piensas y estás lejos de casa. Lejos de los amigos. Y eso me entristece. Pero bien pensado, es una gran oportunidad para pasarlo bien y para mis estudios, que es para eso por lo que realmente estoy aquí y pienso: "solo serán 6 meses!" y realmente es poco tiempo, y no quiero desperdiciarlos pensando en lo que añoro mi casa. 

Pero a veces me siento un poco sola, por que no conozco a nadie. Bien es cierto, que estoy por cumplir mi tercera semana en Padua y es poquito lo que llevo. Pero aun así es como la impresión de que a todo el mundo se le da mejor hacer amigos y socializar mejor que yo (cosa que tampoco es difícil), pero mis intentos siempre acaban siendo fracasos o al menos a mi parecer son así, y realmente me planteo si es que no caigo bien o soy demasiado fría o demasiado confiada o demasiado gilipollas replanteándome todo este tema.

En todo caso habrá que ver como avanza la cosa. Supongo que es cuestión de mi actitud... espero estabilizarme un poco, tranquilizarme, situarme y habituarme por que todo esto es nuevo y aun estoy descolocada y me siento un perro verde entre tanto italiano. 

Ciao! :)

miércoles, 2 de enero de 2013

La formula de la felicidad.

Hace un tiempecito decidí remediar varios aspectos de mi vida. Necesitaba una limpieza profunda, espiritualmente hablando.

Empecé por la parte que más dolor me infringía: separarme definitivamente de mi ex. Desgraciadamente esta decisión no le fue agradable y me mandó a tomar por culo (no sin antes haberme gritado y dicho cosas desagradables, pero tampoco sin yo responderle bien respondido). La cosa es que esa parte de mi vida, no solo la aparté sino que por si solo se borró.

El siguiente paso fue pedir perdón a mis amistades por tan mala actitud durante el último año. Con ello, volví a retomar amistades medio olvidadas y calentar otras que se habían enfriado. Pero a pesar de que unas amistades se perdieron (por situaciones diversas) muchas otras han entrado.
Con ello, recibí mucho más que un perdón. Recibía lo que estaba dando. Cariño, simpatía y cuidados. 

Finalmente, mi actitud. Esa actitud borde, de mujer de hielo, con carencia de sentimientos, apáticamente  hermética no me servía más que para ahuyentar a las personas provocando un sentimiento aún mayor de soledad.
Aprendí a querer de nuevo, aprendí a ser positiva a tener una energía que se moviera y no se encontrara estancada en mi. Aprendí a disfrutar mi soledad, por que al fin y al cabo todo el mundo está solo, y hay que saber poder estar sola sin entrar en pánico. Disfruté de hacer cosas yo sola y por mí misma. De demostrar a los demás lo que siento y querer y mimar un poco más a los míos, viendo que en realidad, esperan algo de mi.
Aprender a tolerar, aprender a ayudar. Cuidar, proteger, reír, ser sincera de corazón. Esas cosas han sido clave para volver a sentirme arropada incluso por personas que no me esperaba.

Quise y quiero dar mucho más de mi, sabiendo que realmente puedo. Quiero ser mucho más. Quiero brillar con la luz en la que deslumbraba años atrás. Pero sin embargo, no es la misma luz, por que no soy la misma en ningún momento. Me quedó claro, que cada día debía hacer lo que me apeteciera y ser feliz con ello: si un día me apetece no hacer nada, no lo hago si me puedo permitir el lujo.
No pensar ni planificar nada más allá del día de hoy, por que el mañana aun no existe. Y no llevar la carga del pasado, por que hace más pesado el camino, por que el pasado dejó de existir.

Todo tiene causa y consecuencia. Anda despacio y tranquilo por que la vida no es una carrera. No quieras llegar a la meta, por que la meta es siempre el fin, y posiblemente no sea lo que esperemos. Camina tranquilo. Admira aquel manzano con el pájaro que canta. Quiere a esa chica tan dulce de la que te enamoraste el pasado otoño y no le hagas daño.
El futuro es importante, solo por que lo vas a vivir. Pero el futuro es un instante después del presente y no nos damos cuenta y ya estamos viviendo ese futuro.
Disfruta el camino por que siempre se recuerda lo que pasa entre la salida y la meta.

La clave de la felicidad es uno mismo. Todo depende de la actitud con que se mire la vida.
Y como dijo Woody Allen: Me interesa el futuro por que es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.

Agur, y feliz año nuevo! :)



jueves, 15 de noviembre de 2012

Las serpientes de Laoconte.

Creo que desde pequeños se nos enseña qué es bueno y qué es malo. Supongo que en el momento que tenemos cierta conciencia de la responsabilidad somos conscientes de los conceptos bien y mal. 

Pues bien, hay personas que por X motivos, no son conscientes o simplemente no piensan en sus actos y con ello, puede repercutir a personas de su entorno, amigos o familia, y hacerles daño de tal forma que no se la pueda perdonar. 
A esas personas, llamémoslas serpientes. Estas serpientes de personas, actúan siguiendo ya sea un sentimiento mezquino o rencoroso de forma consciente o simplemente actúan siguiendo el placer de satisfacer sus vicios, de forma inconsciente. 

Y a las primeras solo se les puede servir un vaso de ácido sulfúrico de bebida. Pero, ¿y los segundos? Actúan sin pensar, no son conscientes de la repercusión o el daño que pueden ocasionar sus actos. Entonces, al no saber el daño que hacen, ¿se las debe perdonar? 
Mi posición, es depende. Depende de la situación. En cuanto a la situación sufrida, siendo yo la que ha sufrido por sus actos, mi respuesta es un rotundo NO. 

Básicamente por que entre amistades hay cosas que por así decirlo son "sagradas", tales como las parejas o ex parejas de tus amistades, los padres y madres, hermanos/as, etc. Esas personas, por respeto a tus amigos, no se tocan si repercute negativamente sobre alguna de tus amistades. 

¿Pero y cuando esto sucede y además es consciente de sus actos, pero no de sus consecuencias?
Alguien podría decir que se encuentra en medio de una encrucijada. Y opta por decirle que ese acto le ha dolido mucho. Pero, ¿ y si ya se tuvo ese tipo de conversación y la actitud de sus actos no cambia?
Aquí ya tenemos un problema y gordo. 

Pues en ese caso, yo he optado básicamente en no considerarle nunca más como una amistad, tocando algo que era para mi lo más querido, siendo mi único punto débil, mi talón de Aquiles, y fue directa al punto.  No conforme con ello, después lo volvió a intentar (obviamente sin éxito, ya que se aprovechó de la debilidad de otra persona la primera vez) y para rematar la jugada, a su amiga, en este caso yo, fui blanco de su descontento, siendo yo el problema central de todo, de lo que había sido antes mi relación. 

Y pienso, el porqué opinabas de algo tan personal y a la vez tan ajeno a ti. El porqué ibas en mi contra siendo yo la dolida. En meterte donde nadie te llamó ni nadie te quiso meter por parte de ninguno de los dos. 

Ya ahora no tiene sentido enfadarme ni con ella ni con él. Puesto que no hay nada ya, ni con la primera ni la segunda persona. No salgo ganando con esto. Pero en mi vida, ya me enfrentaré a muchos tipos de  serpientes ajenos a mis círculos  como para tener rondando por ahí una serpiente que realmente puede atacarme en donde más me pueda joder. 

Solo espero que reciba lo que sembró, no por que crea que merece una lección, sino por que opino que debe sentir al menos en algún momento de su vida, tal sentimiento de dolor y traición mezclado con un poco de resentimiento y menosprecio. 

Por que esa persona, al igual que muchas otras, son serpientes que se arrastran por la vida, esperando al parecer, un momento justo en el que morder el cuello de alguien, sin importar el daño.

Pero ellos no saben, que no tratan con un cordero, sino con un LOBO.