miércoles, 2 de enero de 2013

La formula de la felicidad.

Hace un tiempecito decidí remediar varios aspectos de mi vida. Necesitaba una limpieza profunda, espiritualmente hablando.

Empecé por la parte que más dolor me infringía: separarme definitivamente de mi ex. Desgraciadamente esta decisión no le fue agradable y me mandó a tomar por culo (no sin antes haberme gritado y dicho cosas desagradables, pero tampoco sin yo responderle bien respondido). La cosa es que esa parte de mi vida, no solo la aparté sino que por si solo se borró.

El siguiente paso fue pedir perdón a mis amistades por tan mala actitud durante el último año. Con ello, volví a retomar amistades medio olvidadas y calentar otras que se habían enfriado. Pero a pesar de que unas amistades se perdieron (por situaciones diversas) muchas otras han entrado.
Con ello, recibí mucho más que un perdón. Recibía lo que estaba dando. Cariño, simpatía y cuidados. 

Finalmente, mi actitud. Esa actitud borde, de mujer de hielo, con carencia de sentimientos, apáticamente  hermética no me servía más que para ahuyentar a las personas provocando un sentimiento aún mayor de soledad.
Aprendí a querer de nuevo, aprendí a ser positiva a tener una energía que se moviera y no se encontrara estancada en mi. Aprendí a disfrutar mi soledad, por que al fin y al cabo todo el mundo está solo, y hay que saber poder estar sola sin entrar en pánico. Disfruté de hacer cosas yo sola y por mí misma. De demostrar a los demás lo que siento y querer y mimar un poco más a los míos, viendo que en realidad, esperan algo de mi.
Aprender a tolerar, aprender a ayudar. Cuidar, proteger, reír, ser sincera de corazón. Esas cosas han sido clave para volver a sentirme arropada incluso por personas que no me esperaba.

Quise y quiero dar mucho más de mi, sabiendo que realmente puedo. Quiero ser mucho más. Quiero brillar con la luz en la que deslumbraba años atrás. Pero sin embargo, no es la misma luz, por que no soy la misma en ningún momento. Me quedó claro, que cada día debía hacer lo que me apeteciera y ser feliz con ello: si un día me apetece no hacer nada, no lo hago si me puedo permitir el lujo.
No pensar ni planificar nada más allá del día de hoy, por que el mañana aun no existe. Y no llevar la carga del pasado, por que hace más pesado el camino, por que el pasado dejó de existir.

Todo tiene causa y consecuencia. Anda despacio y tranquilo por que la vida no es una carrera. No quieras llegar a la meta, por que la meta es siempre el fin, y posiblemente no sea lo que esperemos. Camina tranquilo. Admira aquel manzano con el pájaro que canta. Quiere a esa chica tan dulce de la que te enamoraste el pasado otoño y no le hagas daño.
El futuro es importante, solo por que lo vas a vivir. Pero el futuro es un instante después del presente y no nos damos cuenta y ya estamos viviendo ese futuro.
Disfruta el camino por que siempre se recuerda lo que pasa entre la salida y la meta.

La clave de la felicidad es uno mismo. Todo depende de la actitud con que se mire la vida.
Y como dijo Woody Allen: Me interesa el futuro por que es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.

Agur, y feliz año nuevo! :)