lunes, 18 de marzo de 2013

No entiendo los silencios del pasado.

Me he encontrado en la misma situación incómoda en diversas situaciones. Una persona de nacionalidad alemana y un tema o un lugar relacionado con los judíos o con el holocausto. Silencio incómodo. Cambio de tema. Preguntas el por qué. Simplemente no contestan. Desvían la mirada y vuelven a cambiar de tema. 

Y hablo de personas jóvenes. Alrededor de mi edad comprendida entre los 20-26 años. Al parecer actualmente e incluso para los jóvenes es un tema que les avergüenza y les incomoda bastante o simplemente quieren olvidar. Ayer mismo, de viaje por Venecia, propuse pasar por el ghetto judío más que nada por que forma parte de la historia de la ciudad, por que Venecia no es todo canales, ni renacimiento ni belleza, sería como la parte oscura de la Luna. Y en el grupo, había un chico alemán, por lo que pregunté si le incomodaría ir. No se si fue por educación o por compromiso, pero dijo que no, así que al final fuimos. 
Realmente al estar allí se limitó a mirar y callar y tampoco puso pegas cuando propusieron entrar al museo hebraico y a la sinagoga (que no entramos por ser muy caro). Sin embargo cuando se intentaba hablar del tema con él, desviaba las preguntas o cambiaba de tema y enseguida quiso irse por lo que enseguida pudimos ver que no se sentía demasiado cómodo en aquel lugar... 
Me supo realmente mal si se incomodó, tampoco era mi intención, pues si se iba a incomodar, podría haber ido yo sola, tan solo era un pequeño barrio al lado de la estación, no tenía perdida... Pero me di cuenta de algo, de que esta situación no es la primera y seguramente tampoco la última que tendría. 

Al parecer los alemanes se avergüenzan tantísimo de este tema que simplemente ni lo comentan, simplemente desvían el tema o evitan hablarlo. Es de entender, es un tema delicado y de moralidad que pende de un hilo a la cual mucha gente se vio afectada y es una herida que hoy día aun está abierta. Y realmente se debe ir con cuidado con quien se debe o con quien no se debe hablar sobre todo si eres aleman por que te pueden tachar de nazi y esas cosas, sobre todo si te encuentras a cualquier palurdo. Sin embargo, no solo desvían el tema, sino que a veces es como si intentaran olvidarlo, y eso si que no me parece bien. 

Bien es cierto, que por ejemplo este chico, no debería sentirse ni culpable ni avergonzado por lo que una panda de inhumanos hicieron hace años, una salvajada, por que él no es responsable de los actos ni las consecuencias de ese pasado. No tiene la culpa de lo que pasó, ni de sus consecuencias y no tiene ni por que dar una explicación ni por que justificar nada ante nadie por que él no apretó ningún gatillo frente a ningún judío. Sin embargo encuentro que debería de preservar la memoria de ese pasado, de esa historia para que no se olvide, por que el pasado y la historia nos enseña a no cometer los mismos errores. 
El mismo caso se puede aplicar a España o Italia donde el fascismo también tuvo sus castillos (de menor tamaño y consecuencia, pero los tuvo), sin embargo ni defiendo, ni me avergüenzo de ese pasado, solo lo recuerdo para no volver a caer en él.

Sin embargo, a pesar de que intento entender como se sienten, no se cómo reaccionar ante tal situación. 

domingo, 10 de marzo de 2013

Las dudas persisten

Supongo que ante una situación difícil siempre se recae. 

Al estar lejos de la familia y los amigos, mis principales apoyos y los que aguantan mis tonterías me siento más indefensa de lo habitual ante situaciones que normalmente podría manejar con facilidad. Normalmente me pondría con los brazos extendidos, sin chaleco antibalas, con el corazón en un puño y la adrenalina corriendo por mi cuerpo, y gritando que me lanzaran todo lo que quisiera, por que al fin y al cabo, sabía que con aquel acto, tras de mi, estaban mis seres queridos, aguantándome y mi cuerpo pararía la trayectoria de cualquier cosa que me lanzaran. 

Pero... ¿y ahora? Están a tanta distancia que sus brazos no alcanzan a mantenerme en pie y ahora es mi propia fortaleza, mis músculos que deben aguantar el peso de mis decisiones y de los golpes que reciba. 
Y es ese el miedo, de si realmente tengo tanta fortaleza como para poder hacerlo. 
El acto de recibir todas las balas y encajarlas, ¿tendrá el mismo final o me desplomaré?
Realmente me siento indefensa. 

Lo piensas y estás lejos de casa. Lejos de los amigos. Y eso me entristece. Pero bien pensado, es una gran oportunidad para pasarlo bien y para mis estudios, que es para eso por lo que realmente estoy aquí y pienso: "solo serán 6 meses!" y realmente es poco tiempo, y no quiero desperdiciarlos pensando en lo que añoro mi casa. 

Pero a veces me siento un poco sola, por que no conozco a nadie. Bien es cierto, que estoy por cumplir mi tercera semana en Padua y es poquito lo que llevo. Pero aun así es como la impresión de que a todo el mundo se le da mejor hacer amigos y socializar mejor que yo (cosa que tampoco es difícil), pero mis intentos siempre acaban siendo fracasos o al menos a mi parecer son así, y realmente me planteo si es que no caigo bien o soy demasiado fría o demasiado confiada o demasiado gilipollas replanteándome todo este tema.

En todo caso habrá que ver como avanza la cosa. Supongo que es cuestión de mi actitud... espero estabilizarme un poco, tranquilizarme, situarme y habituarme por que todo esto es nuevo y aun estoy descolocada y me siento un perro verde entre tanto italiano. 

Ciao! :)